Esta semana los acumulados de precipitaciones más importantes se observaron en toda la franja central y norte de la zona núcleo. Según el informe semanal de cultivos de la Bolsa de Comercio de Rosario, en la provincia de Santa Fe, con núcleo en la localidad de Irigoyen, se registraron 84,8 milímetros. La zona central de la provincia de Córdoba también recibió buenas lluvias, con epicentro sobre Monte Buey, donde se registraron 77,2 milímetros. En el resto de la región las precipitaciones fueron variables, aunque de gran ayuda considerando la situación de seca que se presentó en parte de enero y este mes. Los menores registros se presentaron hacia el oeste de Buenos Aires. En el Partido de Pergamino el registro total de la semana fue de 84 milímetros, mientras que en las localidades de la zona fue similar.
Las marcas térmicas máximas fueron elevadas en los primeros días del período y luego disminuyeron de manera significativa, manteniéndose en valores bajos en el resto de la semana.
Con estas condiciones, y haciendo el balance entre las lluvias ocurridas y la escasa evapotranspiración que se produjo, se observa que las reservas hídricas han mejorado notablemente en la zona central de la zona núcleo, aunque todavía hay zonas en las que se observan características de sequía, especialmente sobre la provincia de Buenos Aires.
La soja de primera se encuentra en buen estado general, el que mejoró con las últimas lluvias. Los lotes presentan pronósticos de rendimientos variables, desde 15 a 50 qq/ha, con una media esperada cercana a los 30 qq/ha. No se reportaron en la presente semana problemas graves de plagas ni enfermedades. A la soja de segunda le falta mucho todavía, va desde comienzos floración hasta R2 y, en general, presenta escaso desarrollo. Comenzó la cosecha de los primeros lotes de maíz hacia el norte de la zona núcleo con rindes que van desde 70 a 120 qq/ha.
Como bien señala la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, las abundantes lluvias relevadas durante los últimos siete días lograron aliviar el déficit hídrico que registraban varias de nuestras regiones bajo análisis. Si bien en muchas de estas zonas el alivio es efectivo, aún no se pueden descartar las pérdidas de potencial de rinde generadas por la prolongada ausencia de lluvias, acompañada a su vez de elevadas temperaturas. Es importante tener en consideración que en grandes áreas de la región agrícola los cuadros de primera transitaban desde hace más de diez días su período de mayor sensibilidad al estrés termo-hídrico (diferenciación y fijación de vainas, R3-R4) bajo condiciones desfavorables para la generación del rendimiento. De esta forma, las precipitaciones relevadas a la fecha impiden que el potencial de rinde continúe cayendo y, gracias a ello, la entidad sostiene su proyección de producción en 50.000.000 de toneladas para la campaña en curso.